20090726

¡UNA TILA, CAMARERO!


Sí, Tila Tequila, señoras y señores... Sí. ¡Una tila es lo que necesita esta mujer! Y no porque su hipactividad y ese brío que irradia la poseedora de ese salvaje atractivo inter-racial. Ella que anda siempre metida en proyectos musicales o reallity shows televisivos (que también) dándolo todo. No. Más bien me refiero a lo necesitada que esta celebrity de las supuestas propiedades y bondades atribuidas a susodicha infusión en su vida cotidiana ya que según sus propios tweets (así se denoniman a las actualizaciones en Twitter) sufre de un severo insomnio crónico que no la deja descansar ni estar tranquila y pará en ningún momento, lo que la ha convertido en una tweeteadora compulsiva y eso es lo que ya me viene a lo que es tocar los cojones. Me explico.

Resulta que la tipa actualiza tan compulsiva y seguidamente que es capaz de colapsar tu página de inicio en la red social en unos pocos minutos... En lo que tardas un refrescar página, vamos, anulando gran parte de las veces las actualizaciones o updates (también se denomina así a las actualizaciones en la página) de otros personajes a los que también puedas seguir habitualmente. Por lo que hemos podido ver en televisión acerca de esta señorita –La Gran Duda de Tila Tequila en MTV, por ejemplo, donde dudaba si liarse con el bimbocao finalista manteniéndose heterosexual ante el mundo o declararse abiertamente bisexual saliendo con una bollera un tanto masculina, sí... pero mona, muy mona la verdad–, no es toda una lumbrera, ni va a ganar un Nobel. No. Más bien es del tipo "tú, mona, no habras esa bocaza que la cagas fijo". Pues tristemente Twitter, para sus followers (aunque estoy seguro que muy a gusto de muchos, encantados de saber qué se le pasa por la cabeza a cada minuto que pasa mientras está despierta a su diva), ha terminado convirtiéndose en algo así como el cagódromo personal de Tila Tequila donde ella misma no para de hacer referencia a su nuevo tema Ohhh Ohhh –ella lo escribe con un número infinito de haches– o que esta noche se va a San Diego... o que ha hecho una portada para no sé qué magazine chungo (teniéndola a ella de modelo, fijo que lo es) vestida con unos bikinis más propios para pilinguis que para una revista medianamente cool... o que es virgen... (¡ras! ¡frenazo en seco!). ¡¿Qué demon...?! ¡¿Cómo?! Sí, sí... De hecho hizo una defensa feroz del tema de su virginidad. Que no ha entregado su tesoro a varón alguno todavía. ¡Y más vale que no se la contradiga porque le sienta muy mal que alguien dude de su palabra! ¿Por qué no la cree nadie? Si es toda inocencia y candidez (ver foto, por favor). Pues una pantalla entera llenó con sus argumentos la menuda sex-symbol protagonista de los momentos más íntimos de camioneros solitarios en sus cabinas y de invertidos pre-púberes prueban a calzarse los zapatos de mamá –y algún vestidito también, además del lipstick rojo que reserva para acontecimientos importantes en ese estuche del tocador de la alcoba de matrimonio– imitando frente al espejo a sus divas y piensan cuánto les gusta parecerse a ellas... A Tila le gusta calentar y poner a los tíos a cien, pero luego, a la hora de la verdad, nanai... Básicamente, es lo que viene siendo de toda la vida en mi pueblo una calientapollas, ¿m e explico? ¡Acabáramos! Entonces ahora me quedo mucho más tranquilo, aunque en el fondo a mí me da igual que lo sea o no. No ya por el (más que nulo) interés que me despierta su sexualidad, sino porque me parece un tema tan trillado. Igual de sobrevalorado está ser virgen y entregar la virginidad al chico ideal (aunque luego termina en decepción y te arrepientes toda la vida), que el deshacerte lo antes posible de ella (de lo que también te arrepientes después). Al final todo dependerá de lo que realmente te haga sentir bien después de haberlo recapacitado... pero ese no es el tema que nos ocupa. Es otro.

Yo sólo quiero decirte una cosita, Tila, cariño, ¿no crees que sería mucho mejor que crearas un blog donde dejar plasmada tu visión de la vida, tu idea de lo que realmente importa y así transmitirnos toda la profundidad de tus pensamientos –como eso de que lo único que te interesa en este mundo es ganar mucho dinero a base de portadas, de fotos, de vender tu intimidad y dignidad en reallity shows televisivos y de hacer música– ya que en Twitter sólo tienes la posibilidad de hacer actualizaciones de 140 caracteres y eso no es suficiente para expresar todo eso que tú llevas dentro? Hazlo, por favor... Y ya de paso deja de monopolizar los muros de tus followers con tus tontás, ridícula... y tus campañas anti-iconos de Twitter, como es el caso de Perez Hilton, que te puede caer mejor o peor (incluso aplaudir la agresión de Will.I.Am de The Black Eyed Peas al blogger de las celebrities si no tienes corazón dentro del pecho) pero al menos hace algo por la humanidad dando alguna primicia interesante por medio de sus actualizaciones, satisfaciendo así nuestra necesidad imperante y voraz de saber qué demonios les acontece en cada momento del día a las celebrities... ¡Mamarracha!

Te quejas de que te llamen palabras malsonantes aunque también te ríes de lo ridículo de la situación pues sigues actuando igual... Sigues grabando playbacks en plan sexy en el cuarto de baño –con la tapa del inodoro levantada–. Bueno, en realidad, creo que cualquier bailarina de barra americana o una stripper de las normalitas son capaces de hacer una actuación de mayor gusto y elegancia que la tuya, querida –por no hablar de que escogen mejor la ropa interior... ¡seguro!–. ¡Ya sabemos que te gustan tus tetas! Y ni hablar de sus fotos en Twitpic (algo así como las galerías de fotos de Twitter) con comentarios metafóricos incluidos que son pura poesía. Hay que joderse...

Y sé que nadie me obliga a followearte, amiga Tila Tequila... Pero desde que en uno de tus tweets anunciaste el cierre de tu perfil a nuevos seguidores se me quitaron las ganas de bloquearte o eliminarte, porque en cierto modo necesito saber de tus cositas. Ya me acostumbré a tus berrinches y a tus niñerías y se han convertido en algo indispensable e irrenunciable, así que nos vemos mañana. Me voy a dormir (si puedo, que yo también tengo un poquito de insomnio).

Ay, Tila... Ni contigo ni sin ti.

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